El amor en la cura analítica

¿Por qué una persona toma la decisión de analizarse? ¿Cuál o cuáles son los motivos que lo conducen a consultar?

Las razones pueden ser muy diferentes y dependerán de la historia de cada uno. La Clínica Psicoanalítica es una clínica del Sujeto y cada ser humano es único e irrepetible. Sin embargo, a pesar de la individualidad de cada problemática, en algún momento del análisis la temática del amor de la pareja se hará presente entre tantas otras que se ponen en juego en el aquí y ahora de las sesiones. No es casual sino causal de muchos de los pesares que aquejan al que consulta. Cuando las estrategias o los recursos ya no dan los resultados esperados, se acude a un analista en busca de ayuda.

En ese espacio analítico, en el encuentro entre analizante y analista, se produce lo que nosotros llamamos Transferencia: el paciente trae la presencia de su pasado vehiculizado por la palabra. La repetición de ese pasado, la Transferencia, hace posible la creatividad, fuente de ficción y de fenómenos psíquicos que se producen para ser escuchados por ese otro (analista).

La temática del Amor de la Pareja fue tratada de muy diversas maneras a lo largo de la historia: escritores, poetas, pintores, la música y el cine lo plasmaron según su visión. El psicoanálisis también se ocupó de ello. “El amor es una metáfora, una sustitución de una cosa por otra”, “Amor es cuando el amante se convierte en amado y el amado en amante”, etc. (Lacan)

Platón en “El Banquete” relata el mito del Nacimiento del Amor: “El Amor, Eros, fue concebido el día del nacimiento de Afrodita, diosa de la belleza. Es hijo de Poros, dios de la abundancia y de Penía, que representa a la miseria y la pobreza. Esto explica su naturaleza semidivina y su carácter.  Hereda de su madre el ser pobre, delgado, desvalido, sin hogar y mísero. De su padre, el ser varón, emperador, fuerte, cazador, afortunado y siempre sobre la pista de lo bueno y lo bello”. De esto se desprende la naturaleza dual del Amor: abundancia-pobreza o “el amor ama aquello de lo que carece”.

La situación analítica no es nada menos que un lecho de amor, es aislarse con otro para enseñarle lo que le falta, y “lo que le falta” va a enseñarlo en tanto que amando. El análisis es dar nuevos significados, que las palabras cedan, dando lugar a nuevas resignificaciones.

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