Muchas personas que dicen aborrecer su cuerpo, creen que al decirlo están dando el primer paso para cambiar. Pero tratarse a uno mismo de manera destructiva no alienta ninguna actitud transformadora.
Cada uno de nosotros es una persona única e irrepetible, eso no debería dejarse de lado en ningún caso. Aún para emprender un proceso largo de pérdida de peso es necesario respetarse a uno mismo, lo contrario no motiva a nadie. El cuerpo “voluminoso y pesado” que no nos gusta puede modificarse, pero no es algo que nos defina por completo. Por otra parte, la posibilidad de cambiarlo no depende de nadie más que de nosotros.
¿Qué es bueno saber?
- Que el peso es un aspecto de la identidad, pero que no nos define.
- Que nuestro amor propio no puede depender de lo que indique una balanza.
- Que el peso es algo circunstancial, si se trabaja seriamente se puede modificar.
- Hay que saber cuánto está haciendo uno para bajar de peso realmente y en qué medida solo se está quejando o resignando.
- No hay forma de bajar sin chequear y modificar a diario la alimentación y sin desgaste físico.
- Hay que saber que el sobrepeso se construyó de a poco, por lo tanto no se puede derrumbar de una vez. No hay que maltratarse, hay que aceptar que se tata de un problema de salud y hacer lo que se pueda para mitigarlo.
Va a necesitar estar bien consigo mismo, valorarse y saber que el peso lo puede cambiar. Este es primer paso ineludible para la recuperación. Una visión demasiado crítica o autodestructiva lo va a alejar del tratamiento. Utilice todas las técnicas que quiera para permanecer en carrera y no abandonar.
Lo importante no es solo llegar, sino también haber disfrutado del camino. Los grandes logros no se realizan de manera instantánea: educarse, crecer espiritualmente, construir una vivienda o formar una familia.
Tómese el tiempo debido y lo logrará.
Licenciada en nutrición Karina Locurcio (UBA), ver en lista de profesionales de Consultorios TH.
